Cuando el termómetro sube, tu piel reacciona… y no siempre bien. Brillos imprevistos, sudoración excesiva, rojeces en modo semáforo e irritaciones que aparecen como si nada. Tranquila: existe un truco (en formato polvo vegetal) para mantener el frescor sin dramas.
Con el calor apretando, hasta la piel más equilibrada puede volverse impredecible. El sudor, la humedad y el roce constante de la ropa pasan factura: irritaciones, zonas enrojecidas y ese brillo que nadie pidió. Pero no hace falta esconderte detrás de capas de maquillaje o vivir con un abanico en la mano.
Dulkamara Bamboo, experta en biocosmética vegetal, tiene un as bajo la manga: su Micronizado dermo-calmante, un producto que lo mismo calma que purifica, refresca y protege. ¿Suena a magia botánica? Un poco sí.
Este polvo superfino (micronizado a menos de 10 micras, para las más techies) se convierte en tu mejor aliado veraniego. Lo aplicas con brocha o con los dedos, y en segundos notas la diferencia. Di adiós a los brillos y a esa incómoda sensación de piel saturada.
¿Qué lleva dentro esta joya vegetal?
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Almidón de arroz: calma y suaviza sin obstruir poros.
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Caolín: absorbe impurezas y refresca como un chapuzón.
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Caléndula: antioxidante y perfecta para pieles delicadas.
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Melisa y Bambú: limpian, drenan, regeneran y refuerzan.
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Aceites esenciales que miman hasta las pieles más reactivas.
Y como todo ritual merece su preparación, limpia antes tu piel con la Leche Virginal Bambú, otro must de la firma.
¿Lo mejor? Puedes reaplicarlo durante el día siempre que lo necesites. En la oficina, en la playa o después del gym. Porque tu piel no debería pagar las consecuencias del verano.