¿Puede una cerveza tener carácter sin caer en clichés? ¿Y si el mejor maridaje no fuera el plato, sino el momento? Cervezas Gran Vía presenta tres nuevas variedades que invitan a disfrutar con autenticidad, lejos de las poses y las fotos para aparentar.
Desde Sevilla, la cervecera andaluza que en pocos años ha conquistado tanto a los paladares exigentes como a los que solo quieren una cerveza bien hecha, amplía su gama con tres nuevas propuestas: Especial, Radler y Lager sin gluten. Tres estilos, tres maneras de disfrutar, una misma filosofía: hacer cerveza de verdad, sin artificios.
Gran Vía Especial: intensidad sin excesos
Color dorado profundo, espuma cremosa y un equilibrio que sorprende. La nueva Especial mezcla notas de miel, galleta y fruta madura con un toque floral y herbáceo. En boca es sedosa, con cuerpo medio y un amargor perfectamente integrado.
¿Cuándo encaja? Con encurtidos, carnes al horno o incluso una buena tarta de queso. Se adapta a cualquier plan sin pedir permiso.
Gran Vía Radler: la chispa más fresca
Es la más luminosa de la familia. Su receta incluye zumo natural de limón y eso se nota: aromas a cítricos recién exprimidos, fruta madura y un fondo de malta que le da autenticidad. Tiene un punto chispeante y una ligereza ideal para quienes buscan frescura sin artificios.
¿Qué le va bien? Platos ligeros como mariscos, ensaladas con fruta o postres cítricos. Ideal para comidas al aire libre y sobremesas de verano.
Gran Vía Lager sin gluten: todo el sabor, para todos
Galardonada con el Oro en el Barcelona Beer Challenge 2024, esta lager se presenta ahora en versión sin gluten. Claridad, limpieza, notas de malta y especias suaves en una cerveza que lo tiene todo: equilibrio, frescura y accesibilidad.
¿Cuándo disfrutarla? En comidas ligeras como sushi, pescados o ensaladas, pero también con embutidos o postres suaves. Es esa cerveza que siempre funciona.
Nueva imagen, misma actitud
Gran Vía estrena también imagen: etiquetas más limpias, colores más claros, mensajes sin rodeos. No es solo un cambio estético, es una forma de reforzar lo que ya define a la marca: una cerveza honesta, bien hecha, sin postureo.
Con estas tres incorporaciones, la gama de Cervezas Gran Vía pasa de tres a seis referencias. El doble de opciones, el mismo espíritu. Porque brindar no necesita filtros. Solo una buena cerveza, una buena compañía y ganas de disfrutar.