Las flores siempre han sido protagonistas en las bodas. Pero en 2025, las novias ya no tienen que elegir solo entre peonías, claveles o hortensias: la decisión pasa por cómo llevarlas. La última tendencia viral que arrasa en TikTok y que empieza a florecer en España es el floral bag (bolso-ramo), una fusión entre accesorio y tradición que está revolucionando el universo nupcial.
Un gesto romántico y funcional
El bolso floral no sustituye al ramo, lo transforma. En lugar de sujetarlo entre las manos, las novias lo llevan colgado del brazo como un clutch vegetal, confeccionado con dalias, paniculata, hortensias o incluso flores tropicales. El resultado es un híbrido perfecto entre estética y funcionalidad: un gesto romántico que, además, libera las manos para abrazar, bailar o incluso sujetar la copa en el brindis.

De TikTok al altar
Lo que comenzó como un detalle en editoriales de moda nupcial se ha convertido en un fenómeno global gracias a TikTok. El hashtag #floralbag acumula más de 25 millones de visualizaciones y muestra desde el proceso artesanal hasta la entrada triunfal de novias con su bolso de flores frescas. La reacción de los invitados suele ser la misma: sorpresa, admiración y un inevitable “yo también lo quiero”.

España se suma a la tendencia
Influencers y novias españolas ya han apostado por esta propuesta en bodas civiles, enlaces boho o celebraciones junto al mar. La clave está en su versatilidad: puede ser un diseño minimalista con ranúnculos y eucalipto o una versión más exuberante con helechos y flores tropicales. Sea cual sea el estilo de la boda, el bolso-ramo se adapta y añade un toque inesperado y memorable.

Flowwow, el aliado floral
Detrás de esta nueva obsesión bridal hay artesanos capaces de dar vida a verdaderas obras de arte. En Flowwow, marketplace de flores y regalos artesanales, los floristas locales ya reciben encargos para crear bolsos-ramos con estructuras semicirculares o asas naturales. Cada pieza es única y pensada para reflejar la personalidad de la novia.

Porque al final, se trata de eso: de elegir un gesto que hable de emociones, de belleza efímera y de estilo propio. El ramo de siempre se reinventa, y ahora las novias pueden tenerlo… ¡y llevarlo colgado del brazo!
