Es el último grito.
La tenista Serena Williams dejó a todos los invitados con la boca abierta y los ojos fuera de las órbitas al presentarse en la boda de su amiga Caroline Wozniacky en traje de baño, exactamente en un traje de baño de triguesa.
El hecho ocurrió en Miami y hubiera quedado en la intimidad de no ser porque la propia Serena colgó esta foto en Instagram.
Mucho nos tememos que a partir de ahora se convierta en una moda y se llenen las ceremonias nupciales de chaladas en bikini, triquini o traje de baño.