Tal y como informa El Norte de Castilla un restaurante portugués con deudas por valor de 92.000 euros con Hacienda vio cómo le eran embargados cuatro pasteles por valor de treinta céntimos cada uno como parte de la sanción impuesta por las autoridades.
El caso, desvelado por el periódico «Diário Económico», ha abierto un debate sobre el funcionamiento automatizado de la Agencia Tributaria a la hora de imponer sus penas, ya que hace sólo cuestión de semanas también embargó alimentos a una ONG de Oporto que ayudaba a familias en dificultades.
Van como locos.