Alec Baldwin ya ha abandonado España con la promesa de que la próxima vez que venga, aprenderá español. El que fuera marido de Kim Bassinger y padre de su hija Ireland, salió del aeropuerto de Barajas mostrándonos una pizca de su mal genio y protagonizando una escena de lo más surrealista tal y como recoge El Norte de Castilla. Tanto trabajadores de Iberia como un grupo de pasajeros se disponían a facturar en el Aeropuerto de Barajas, cuando vieron a un Baldwin que no era el hombre divertido y simpático que habían conocido unas horas antes. Se dice que el actor norteamericano dejaba propinas de 50 euros cuando salía a cenar y en el hotel en el que estuvo alojado, según ha publicado ABC.
Los trabajadores de Iberia que estaba en el mostrador no sabía qué hacer al respecto. Al final, su esposa y amigos pudieron tranquilizarle, cogieron otra maleta, se distribuyó el peso y se facturó. Lógicamente, todo el mundo que estaba en la cola se quedó de una pieza.