Ha ocurrido en Florida. Una familia que pasa muchos de sus fines de semana buscando tesoros, ha descubierto un botín repleto de cadenas y monedas de oro, valorado en 227.700 euros. El tesoro pertenecía a unas naves que se hundieron por un huracán en la costa de Florida en 1715, y que se dirigían de La Habana a España. Las leyes de Florida y Estados Unidos dictan que todo lo encontrado se debe poner bajo la custodia de un tribunal. Después, el 20 por ciento de lo encontrado -más o menos- será exhibido en un museo, mientras que el resto se repartirá a partes iguales entre la compañía dueña de las naves y la familia que afortunadamente se ha dado de bruces con el oro.