La criatura apenas tenía un mes y tres días de vida y todo parece apuntar que ha fallecido a manos de su madre, una mujer española de 35 años y sin antecedentes policiales, que residía junto al bebé y su marido en el número 2 de la calle María Blanchard, en Las Rozas de Madrid. La presunta parricida sufría fuertes episodios de depresión desde hacía tiempo y, tras suspender el tratamiento durante el embarazo, había retomado su medicación. Nadie se explica lo sucedido, pero ella misma se ha declarado autora confesa del crimen. Según su propia versión de los hechos ha asfixiado al pequeño con una almohada y, después, se ha dirigido a la habitación en la que se encontraba su marido para comunicarle su acción: “Nene, he matado a nuestro hijo”, le ha dicho.
Los servicios de emergencia fueron alertados por el padre del pequeño, pero tras intentar reanimarla durante 50 minutos, no pudieron hacer nada para salvarle.
El bebé, que padecía una dolencia gastrointestinal, había sido intervenido en una ocasión y estaba a la espera de una nueva operación. Parece ser que, según ella misma ha justificado ante la policía local, quería acabar con su sufrimiento. Además, ha reconocido sentirse culpable de sus problemas de salud.
Tras ser detenida, la presunta autora del crimen permanece internada en la unidad de psiquiatría del Hospital Puerta de Hierro.