Según publica la prensa portuguesa y Rubén Cañizares en ABC el pasado 26 de marzo, Mourinho, su mujer y su hija se encontraban en Londres, hospedados en una suite del Wyndham Grand Hotel del barrio de Chelsea, solucionado varios asuntos familiares. Un día después, el entrenador del Real Madrid abandonó la ciudad, aunque su esposa y su niña permanecieron en la capital británica. Esa misma mañana, cuando ambas abandonaron el lujoso hotel de cinco estrellas donde estaban alojados pasa salir a hacer unas compras, Jamie Filan, un peligroso criminal británico, consiguió llegar a la suite de los Mourinho y robar joyas, complementos y artículos de tecnología por valor de casi 120.000 euros, unos 20 millones de las antiguas pesetas.

Según detalla la prensa inglesa, el ladrón fue capturado dos semanas después del robo, cuando fue ‘cazado’ en el Hotel Four Seasons de Park Lane, intentando llevar a cabo un atraco similar al que sufrió la familia del técnico luso. Jamie Filan, que ha sido juzgado esta semana, confesó ser el autor de las pertenencias de los Mourinho y el propio juez sentenció que fue un acto delictivo propio de un profesional. Por ello, le han caído algo más de dos años y medio de cárcel, en concreto, 31 meses.