Según parece sus dos mascotas Kitty Purry y Krusty Cat, han sufrido mucho y han alterado su conducta por unas obras que la cantante ha estado haciendo en su actual residencia. Katy muy preocupada por sus dos mejores amigos, ha decidido contratar a un terapeuta, un especialista que logre calmarlos y que ayude a que sus mascotas vuelvan a la normalidad.
Sus dos gatitos son muy importantes para la cantante, son su mayor compañía cuando ella se encuentra en casa, habla con ellos y le sirven en muchas ocasiones de consuelo ante cualquier tipo de problema, quizá por eso no repara en gastos y de inmediato ha decidido ponerlos en manos de un profesional que les alivie lo antes posible.