Llevan 18 meses, un año y medio, esperando en los Juzgados de Marbella a Sean Connery y a su mujer para que declare sobre un caso que la policía judicial denominó caso «Goldfinger» hilando muy fino. Al matrimonio, que alegó problemas de salud para desplazarse a los juzgados-según informa El Pais- se le reclama una fianza de 3,3 millones de euros en concepto de responsabilidad civil y a día de hoy aún les están esperando a ellos y a los 3,3 millones de euros.
Curiosa historia esta en la que incluso el embajador del Reino Unido llegó a enviar una carta al juez interesándose por la imputación.
Si la justicia es igual para todos, aquí estamos ante un caso en el que no es lo mismo de igual para unos como para otros.

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